La podredumbre dorada advierte a sus visitantes que la última novela de Piglia,
Blanco Nocturno, pese a ser comercialmente promocionada como un policial, en realidad es una alegoría o fábula moral encubierta, en la que los malos tienen hasta la desdicha de ser feos (¿una reivindicación de Lombroso, tal vez?) Quedan todos ustedes advertidos. Y Ricardo, todo bien, pero como dicen en la península ibérica, el que avisa no es traidor. La próxima avivanos a tiempo.