lunes, 23 de agosto de 2010

REIR ÚLTIMO, REIR POR ÚLTIMA VEZ...

Genial, aunque un poco exagerado, me pareció el gesto de Fogwill de morirse en el momento en que Piglia saca una novela después de trece años. Lo siento, Ricardo, olvidate de las tapas de los suplementos culturales. Hay que empezar a laburar de nuevo.

6 comentarios:

Estrella dijo...

Miro la foto y ni puedo creer que esté muerto. Uno no se acostumbra a la muerte, que cosa rara.

La podredumbre dorada dijo...

Cierto. La frase más repetida de la historia de la humanidad debe ser "no puede estar muerto". Pero la gente insiste en morirse igual.

el Lord dijo...

Don Necro, hace usted a Piglia víctima de una crueldad casi equiparable a la de Fogwill. Quién sabe si don Ricardo sea merecedor de una, de otra o de ambas.

En todo caso, se agradece que usted continúe aquí, en este barrio, entre amigos.

Un abrazo.

La podredumbre dorada dijo...

No era crueldad, Lord, era un homenaje jocoso en sintonía fogwilliana, una forma de matar dos pájaros de un tiro, despedir a Mr. Fog y recibir la novela de Piglia, (que no leí todavía, estoy esperando que me la presten) Gracias de cualquier modo por su voto de confianza en mi proyecto existencial. Le envío un fuerte abrazo de vitalidad casi bergsoniana!

mulder dijo...

Necro. Blanco nocturno es descomunal:la más clara demostración de que un novelista escribe solamente para cogerse pelirrojas por interpósita persona gramatical.

La podredumbre dorada dijo...

Y después Burger dice que dentro del capitalismo la literatura tiene la función de no tener función. Como si fuera poco permitir que un sexagenario pueda tener sexo virtual sin tener que recurrir a Internet. Reconozco que todavía no pude hincarle el diente a la novela, porque la persona que me la iba a prestar ni siquiera se la compró. En fin, ya veremos, pero gracias Mulder por encontrar la verdad ahí afuera y traerla a la podredumbre!