Querido amigo, Le escribo desde Cascais, villa que supo hospedar el noble andar de Pessoa, ahora convertida en pasatiempo de ociosos empleados en pantalón corto. Qué pueden saber de nobleza habitués de Cancún o La Pedrera, se preguntará usted. Nada. Absolutamente nada. Hubo un tiempo en que tener dinero o no tenerlo significaba algo, un rasgo de distinción, siquiera de orgullo. Hoy la clase media lo ha invadido todo. En honor a aquel tiempo olvidado confieso que ayer oriné largamente a la luz de la luna contra la pared del Museo Condes de Castro Guimaraes, el mismo sitio, recordará, donde rechazaron a Pessoa como bibliotecario en favor de no recuerdo qué animal lusitano. Para que el desagravio fuera completo tendría que haber dejado en el Museo un ejemplar de Sal de mi vista; lamentablemente no tenía ninguno conmigo. Sic transit gloria mundi. Lo saluda afectuosamente, Y.
Esto me huele raro...algún tipo de confabulación debe estar escondida en este inocente convite...creo conocer esa pequeña porción de brazo que aparece sosteniendo esa sospechosa bandeja repleta de vasos conteniendo vaya uno a saber que tipo de brebaje... evidentemente el hombre que está a punto de tomar uno de los vasos (el que por sus rasgos y su remera taurina me imagino es de origen ibérico), es advertido/asesorado/detenido por Moulder...Por qué? Quién es ese hombre?...el sucesor de Guillermo Patricio Kelly quizás?... .El hombre que mira el invierno a través de su persiana americana.
Yupi querido: una biblioteca es el establo donde el ganado intelectual pasta y retoza (salvo honrosas excepciones, usted ya tiene en la punta de la lengua la primera) por lo tanto es razonable que se haya propuesto para su cuidado a algún rumiante apacible. La memoria de Pessoa le agradece sin embargo el haber desperdiciado su orina en ofender a la difunta burocracia intelectual en vez de haberla utilizado para algo más productivo, como un tratamiento de orinoterapia, por citar el ejemplo más a mano. Le envío un fuerte abrazo por sobre el Atlántico! Ah, y pase más seguido! Anónimo: evidentemente usted maneja cierta información clasificada. En efecto, si bien Guillermo Patricio Kelly no se apersonó al congreso debido básicamente a su condición públicamente conocida de occiso, pulularon en el mismo personajes de la misma y de aún más oscura catadura. El individuo que usted sospecha ibérico, por ejemplo, si bien no lo es, ha operado varios años en la península bajo diversos alias, entre ellos "Pincho de tortilla"; "Calimocho fatal" y "Señor Caña" . Se sospecha en el ambiente que habla al menos una treintena de idiomas, que fue entrenado en Japón por un grupo nin-jitsu, que ha participado en varias black ops de la CIA y que sabe de informática más que Kevin Mitnick, pero en concreto sólo se sabe que se ha inflitrado en Puán desde hace más de diez años cursando aproximadamente una materia por año como cobertura (a veces ni eso) que después de tomarse dos vinos durante los partidos de truco canta sistemáticamente la falta envido y que es capaz de beberse un cartón de Pico de Oro/Bordolino/Bowen en cuatro minutos veintitrés segundos, con consecuencias para los que lo rodean asimilables a ponerse a jugar al tenís con una pelota cargada de nitroglicerina. Ahora además hay otra habladuría que lo vincula con un blog, aparentemente llamado "La podredumbre dorada", aunque demás está aclarar que esto último es un disparate, básicamente porque si fuera cierto "Pincho fatal" sería yo, y como bien sostuvo Descartes y después Husserl, la vivencia interna es el único punto sólido en este quilombo deplorable llamado universo. Abrazo y bienvenido! (aunque sospecho que usted ya ha escrito acá, en una ocasión parecida que involucraba también a otro agente del FBI) Salud!
6 comentarios:
por qué no decís el lugar del congreso?, eh, por qué no decís el lugar?
La dirección está cifrada en el mensaje. ¡Pongan a trabajar esas cabecitas!
Querido amigo,
Le escribo desde Cascais, villa que supo hospedar el noble andar de Pessoa, ahora convertida en pasatiempo de ociosos empleados en pantalón corto. Qué pueden saber de nobleza habitués de Cancún o La Pedrera, se preguntará usted. Nada. Absolutamente nada. Hubo un tiempo en que tener dinero o no tenerlo significaba algo, un rasgo de distinción, siquiera de orgullo. Hoy la clase media lo ha invadido todo. En honor a aquel tiempo olvidado confieso que ayer oriné largamente a la luz de la luna contra la pared del Museo Condes de Castro Guimaraes, el mismo sitio, recordará, donde rechazaron a Pessoa como bibliotecario en favor de no recuerdo qué animal lusitano. Para que el desagravio fuera completo tendría que haber dejado en el Museo un ejemplar de Sal de mi vista; lamentablemente no tenía ninguno conmigo. Sic transit gloria mundi.
Lo saluda afectuosamente,
Y.
Esto me huele raro...algún tipo de confabulación debe estar escondida en este inocente convite...creo conocer esa pequeña porción de brazo que aparece sosteniendo esa sospechosa bandeja repleta de vasos conteniendo vaya uno a saber que tipo de brebaje... evidentemente el hombre que está a punto de tomar uno de los vasos (el que por sus rasgos y su remera taurina me imagino es de origen ibérico), es advertido/asesorado/detenido por Moulder...Por qué? Quién es ese hombre?...el sucesor de Guillermo Patricio Kelly quizás?...
.El hombre que mira el invierno a través de su persiana americana.
Yupi querido: una biblioteca es el establo donde el ganado intelectual pasta y retoza (salvo honrosas excepciones, usted ya tiene en la punta de la lengua la primera) por lo tanto es razonable que se haya propuesto para su cuidado a algún rumiante apacible. La memoria de Pessoa le agradece sin embargo el haber desperdiciado su orina en ofender a la difunta burocracia intelectual en vez de haberla utilizado para algo más productivo, como un tratamiento de orinoterapia, por citar el ejemplo más a mano. Le envío un fuerte abrazo por sobre el Atlántico! Ah, y pase más seguido!
Anónimo: evidentemente usted maneja cierta información clasificada. En efecto, si bien Guillermo Patricio Kelly no se apersonó al congreso debido básicamente a su condición públicamente conocida de occiso, pulularon en el mismo personajes de la misma y de aún más oscura catadura. El individuo que usted sospecha ibérico, por ejemplo, si bien no lo es, ha operado varios años en la península bajo diversos alias, entre ellos "Pincho de tortilla"; "Calimocho fatal" y "Señor Caña" . Se sospecha en el ambiente que habla al menos una treintena de idiomas, que fue entrenado en Japón por un grupo nin-jitsu, que ha participado en varias black ops de la CIA y que sabe de informática más que Kevin Mitnick, pero en concreto sólo se sabe que se ha inflitrado en Puán desde hace más de diez años cursando aproximadamente una materia por año como cobertura (a veces ni eso) que después de tomarse dos vinos durante los partidos de truco canta sistemáticamente la falta envido y que es capaz de beberse un cartón de Pico de Oro/Bordolino/Bowen en cuatro minutos veintitrés segundos, con consecuencias para los que lo rodean asimilables a ponerse a jugar al tenís con una pelota cargada de nitroglicerina. Ahora además hay otra habladuría que lo vincula con un blog, aparentemente llamado "La podredumbre dorada", aunque demás está aclarar que esto último es un disparate, básicamente porque si fuera cierto "Pincho fatal" sería yo, y como bien sostuvo Descartes y después Husserl, la vivencia interna es el único punto sólido en este quilombo deplorable llamado universo. Abrazo y bienvenido! (aunque sospecho que usted ya ha escrito acá, en una ocasión parecida que involucraba también a otro agente del FBI) Salud!
¡No se olviden de fafafa!
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